Un cuento de descubrimientos, juegos y un secreto del universo
Había una vez…
una estrellita inquieta llamada Chispa ✨,
que no podía quedarse quieta ni un instante.
Mientras las demás estrellas dormían en silencio,
ella corría de un lado al otro,
saltaba entre constelaciones,
y se divertía jugando a las escondidas con la Luna 🌙.
Pero desde aquella noche en que se convirtió en un unicornio de estrellas 🦄
para volar junto a Cata 💖,
su corazón brillaba con más fuerza que nunca.
—Si puedo transformarme en un unicornio…
¿en qué más podré convertirme? —se preguntaba,
mientras dejaba un rastro de luces de colores en el cielo. 🌈
🌌 Una noche clara,
Chispa decidió probar su poder.
Cerró sus ojitos turquesa,
escuchó el murmullo del universo,
y pensó en algo simple:
—Quiero ser… una cometa de estrellas. 🎈
De pronto, su cuerpo se estiró, su melena se volvió cola de fuego,
y se transformó en una cometa brillante que volaba con el viento cósmico.
Reía, giraba, hacía piruetas,
y cada giro dejaba un dibujo luminoso en el cielo.
—¡Soy libre! ¡Puedo ser lo que imagine un niño, pero también lo que imagine yo!
✨ Al mismo tiempo, en la Tierra,
Cata estaba en su ventana, con su amuleto colgando del cuello.
Miraba las estrellas como cada noche,
y en su corazón pedía un deseo secreto:
—Ojalá pudiera ver un castillo hecho de luz, donde jugar toda la noche. 🏰
Y como si el universo la escuchara…
Chispa brilló fuerte, sintió el deseo y ¡zas!
Se transformó en un castillo de estrellas,
con torres que chispeaban, ventanas que cantaban melodías
y puertas que se abrían como alas mágicas.
—¡Guau! —dijo Cata, frotándose los ojos.
¿Era su imaginación? ¿Un sueño?
No… era Chispa, respondiendo a su deseo.
🌟 Cata entró despacito.
Adentro había pasillos de luz, alfombras de arco iris y escaleras que subían solas.
De repente, escuchó un ruido extraño…
Un viento soplaba fuerte entre las torres del castillo.
Los muros titilaban como si fueran a apagarse.
—¡Oh, no! —dijo Cata—. ¡Se está desarmando!
Chispa, todavía en forma de castillo, habló con voz temblorosa:
—Necesito que me ayudes. Si no imaginás conmigo… ¡me desarmo!
Cata cerró los ojos con fuerza.
—Quiero un castillo fuerte, con muros de cristal mágico. 🪞
Quiero que tenga un puente de estrellas que nadie pueda romper. 🌉
Y quiero un jardín de flores que brillen en la oscuridad. 🌸✨
En un segundo, el castillo se reforzó.
Las paredes se volvieron sólidas como diamantes,
las torres se iluminaron,
y un puente resplandeciente apareció frente a ellas.
Cata abrió los ojos y gritó feliz:
—¡Lo logramos!
Chispa volvió a su forma original, flotando frente a la niña,
y le sonrió con gratitud.
—Ahora entendemos mi secreto:
mi poder no es solo mío, nace de tu imaginación.
Cuando tú imaginas, yo puedo transformarme.
Cuando soñamos juntas, el universo se abre.
Cata sintió un cosquilleo en el pecho,
como si el Sol ☀️ y la Luna 🌙 la abrazaran desde arriba.
Y en silencio pensó:
—Entonces nunca voy a dejar de imaginar.
Desde lejos, alguien las estaba observando:
una nubecita redonda llamada Pufi ☁️,
que no pudo resistir la tentación de bajar para hacer una broma.
Mientras reía bajito, dejó caer una lluvia de burbujas que explotaban en colores. 🎈
Y aún más lejos, en el reino secreto de la imaginación,
Cruco 🦁, el león guardián, abrió los ojos.
—Ahora sé dónde encontrarlas —rugió suave—.
Ha llegado el momento de que la imaginación tenga protectores.
🌈 Y así, entre transformaciones y secretos revelados,
comenzó una amistad que crecería cada vez más fuerte.
El cielo y la Tierra habían sellado un pacto:
imaginar juntos sería su magia más poderosa.
Y colorín colorete,
este cuento de transformaciones brillantes… ¡se terminete! ✨