🏔️ 34. La montaña que cantaba

Un cuento de aventuras, música y naturaleza viva

Había una vez…
un día en que Cata 💖 y Feli 🌼 fueron de excursión con mamá a las montañas.
El aire estaba fresco, olía a pasto mojado 🌱,
y las nubes se movían despacito como ovejitas blancas en el cielo. ☁️

—¡Vamos a subir hasta allá arriba! —dijo Cata, señalando una montaña enorme y brillante.
Feli, con pasitos firmes, la siguió gritando:
—¡Yo también! 🚶‍♀️🌼

Con ellas iban Chispa ✨, revoloteando como guía,
Nufi ☁️, flotando como una mochila blandita en la espalda de Feli,
y Cruco 🦁, que caminaba adelante marcando el sendero con su melena dorada.
Rojuela 👑 cerraba la marcha, calentando el aire con su fuego rojo para que nadie tuviera frío. 🔥

🎶 El misterio de la voz perdida

Cuando llegaron cerca de la cima, escucharon un murmullo extraño.
Parecía un canto, pero muy apagado, como un susurro de viento. 🌬️🎶

—Esa montaña… ¡está intentando cantar! —dijo Chispa sorprendida.
Cata se acercó a las piedras y preguntó:
—¿Montaña, qué te pasa?

Una voz grave y suave respondió:
—Hace muchos años yo cantaba canciones que hacían bailar a los ríos y florecer a los árboles…
pero un día mi voz se apagó, y desde entonces solo puedo susurrar.

Feli acarició una roca con sus manitos y dijo:
—No llores, montaña… te vamos a ayudar.

🌟 La búsqueda del eco

—Si la montaña perdió su voz, tenemos que buscar su eco —explicó Cruco.
—El eco vive en algún rincón escondido —añadió Rojuela.

Entonces el grupo comenzó la búsqueda:

·       Cata y Feli entraron en una cueva llena de cristales que brillaban como notas musicales. 💎🎶

·       Nufi sopló y cada cristal emitió un sonido distinto, como un xilofón. ☁️🎼

·       Chispa iluminó el camino, marcando las notas más brillantes. ✨

·       Y Cruco rugió, haciendo vibrar las paredes como un tambor profundo. 🦁🥁

De repente, entre los cristales, apareció una lucecita azul que decía:
—¡Soy el eco perdido de la montaña!
Estaba atrapado aquí, esperando que alguien viniera a buscarme.

🎵 El regreso de la canción

Cata extendió la mano y el eco se posó en su palma como una mariposa de luz. 🦋
—¡Vamos, devolvamos tu voz!

Todos subieron de nuevo hasta la cima.
Cata y Feli colocaron el eco en una grieta de la montaña,
y de pronto… ¡BOOOOM!

La montaña abrió su garganta y empezó a cantar:
una melodía tan hermosa que las nubes danzaron,
los ríos corrieron más alegres,
y las flores brotaron en segundos en toda la ladera. 🌸🌼🌺

💞 Una nueva promesa

—¡Gracias! —dijo la montaña con voz fuerte y clara—.
Prometo cantar cada mañana para llenar de música el mundo.

Feli aplaudía y saltaba:
—¡Canta otra, canta otra! 🎶🌼
Todos rieron.

La montaña comenzó una canción alegre,
y los niños bajaron de la mano, bailando al ritmo de su nueva amiga gigante.

🌙 El regreso a casa

Al llegar al pueblo, mamá les preparó chocolate caliente. 🍫
Cata susurró a Feli:
—Hoy aprendimos que hasta lo más grande puede necesitar ayuda.
—Y que cantar juntos es más lindo que cantar solos —agregó Feli.

🏔️✨ Y colorín colorete,
este cuento de montañas que cantan… ¡se terminete! 🎶

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