🪔 38. La lámpara de los deseos pequeños

Un cuento de ternura, magia y detalles que iluminan

Había una vez…
una noche tranquila en la que Cata 💖 y Feli 🌼 jugaban en su habitación.
De pronto, debajo de la cama, apareció un objeto extraño:
una pequeña lámpara de bronce, vieja pero brillante. ✨

—¿Qué será esto? —preguntó Cata, sacándola con cuidado.
Feli la señaló emocionada:
—¡Luuzzz!

Al tocarla, la lámpara se encendió con un resplandor suave,
y de su interior salió una voz amable:
—Soy la Lámpara de los Deseos Pequeños.
No cumplo cosas enormes como castillos o montañas de oro…
solo los deseos sencillos que hacen feliz el corazón.

🌟 Los primeros deseos

Cata pensó un momento y dijo:
—Deseo una taza de chocolate caliente como las que hace la abuela Alicia. 🍫
De la lámpara salió una nube tibia que se transformó en una taza humeante.

Feli, con su vocecita, pidió:
—¡Globos! 🎈
Y al instante, decenas de globitos de colores llenaron la habitación.

Chispa ✨ revoloteó feliz.
—¡Qué lindo! Yo deseo escuchar una canción de estrellas.
El techo se iluminó y comenzaron a sonar melodías suaves como campanitas. 🎶🌌

💞 La magia de lo simple

Nufi ☁️, siempre travieso, pidió un deseo curioso:
—Quiero una almohada gigante para hacer saltar a todos. ☁️
¡Y apareció una cama elástica de nube en el medio del cuarto!

Cruco 🦁 deseó algo distinto:
—Quiero que todos aquí se sientan protegidos.
Y la lámpara lo envolvió con una melena luminosa que abrazó a todos con calor. 🦁✨

Rojuela 👑, con ternura, pidió:
—Deseo que esta noche nadie tenga frío.
Y una manta roja y mágica apareció sobre todos, calentita como un abrazo. 🔥

🌼 El deseo de Feli

Cuando todos estaban probando la magia,
Feli se acercó de nuevo a la lámpara y dijo:
—Deseo… ¡abrazo! 🤗

De la lámpara salió una luz tan cálida
que todos se abrazaron al mismo tiempo,
riendo y cayendo sobre la almohada gigante de Nufi. 😂☁️

Cata la miró con cariño.
—Tenés razón, Feli. El mejor deseo no fue el chocolate ni los globos…
sino estar juntos.

🌙 La despedida

La lámpara habló una última vez:
—Recuerden: los deseos más pequeños suelen ser los más grandes en el corazón.

El brillo se apagó y la lámpara volvió a quedar quieta bajo la cama,
esperando la próxima vez que alguien necesitara recordar ese secreto.

Cata abrazó a Feli y susurró:
—Ahora entiendo: la verdadera magia está en lo simple.
Feli respondió con una sonrisa soñolienta:
—Sí… abrazo. 🌼💖

🪔✨ Y colorín colorete,
este cuento de deseos pequeños… ¡se terminete!