🐉 45. El dragón de cristal

Un cuento de montañas, misterios y valentía compartida

Había una vez…
un amanecer en que Cata 💖 y Feli 🌼 viajaban con mamá a la montaña.
El aire estaba frío y transparente,
y las rocas brillaban con reflejos de mil colores.

De repente, el suelo tembló.
Un rugido retumbó entre las piedras.
Y desde una cueva gigante emergió una criatura imponente:
un dragón hecho de cristal. 🐉💎

Sus alas relucían como vitrales de iglesia,
su cola brillaba como espejos,
y cada paso hacía sonar un tintineo de campanitas de vidrio. 🔔

Feli abrió la boca de asombro:
—¡Guauuu… brillaaa! 🌼✨
Cata la tomó de la mano.
—No tengamos miedo, hermanita. A veces lo que parece peligroso solo necesita ayuda.

🌟 La confusión

El dragón rugía fuerte,
pero sus ojos no eran de enojo:
eran de tristeza. 😢

Chispa ✨ revoloteó cerca y dijo:
—Escucho su corazón… no quiere atacar. Está pidiendo algo.

Cruco 🦁 dio un paso adelante.
—Los dragones son guardianes. ¿Qué custodia este?

El dragón abrió la boca y en vez de fuego,
lanzó un chorro de cristal que formó palabras en el aire:
“Mi voz se rompió… no puedo cantar más.”

🎶 El intento de ayudar

Todos pensaron cómo devolverle su canto:

·       Nufi ☁️ sopló y creó flautas de nube. ☁️🎼

·       Rojuela 👑 encendió su fuego rojo para templar los cristales rotos. 🔥

·       Chispa ✨ iluminó las grietas de su pecho como estrellas curativas.

·       Cata 💖 se animó a acercarse y apoyar su mano sobre el pecho del dragón.

Feli, imitándola, puso también su manito pequeña.
—¡Cantaaa! —le pidió con dulzura. 🌼

💞 El milagro

El dragón comenzó a vibrar.
Las grietas en su cuerpo se unieron poco a poco,
y de pronto, de su garganta salió una nota pura,
tan clara que parecía hecha de campanas y agua cristalina. 🎶💎

Las montañas devolvieron el eco,
y todo el valle se llenó de un canto hermoso que hizo florecer las piedras. 🌺✨

🐉 Un nuevo guardián

El dragón inclinó la cabeza en señal de gratitud.
—Gracias, pequeños guardianes de la imaginación —retumbó su voz cristalina.
—Ahora que recuperé mi canto, prometo proteger estas montañas
y cantar cada amanecer para recordarles que la belleza está en todos lados.

Feli aplaudió y gritó feliz:
—¡Dragón amigo! 🐉🌼
Cata sonrió:
—¿Viste, hermanita? La valentía no siempre es pelear…
a veces es acercarse con amor.

🌙 El regreso

Esa noche, desde su ventana,
las niñas escucharon a lo lejos el canto cristalino del dragón.
Era como una canción de cuna que viajaba por el viento.

Cata abrazó a Feli y susurró:
—Cuando lo escuches, recordá que fuimos parte de su voz.

🐉✨ Y colorín colorete,
este cuento de dragones y cristales… ¡se terminete!

Anterior
Anterior

🚇 46. El subte mágico de Buenos Aires

Siguiente
Siguiente

🌙 44. El jardín que brillaba de noche